El senador Fernando Silva Facetti, alertó que la vida dentro de las cárceles paraguayas ha cambiado, especialmente debido al problema que tiene más de una década y se refleja en la entrada de criminales internacionales, principalmente brasileros, provenientes del Primer Comando Capital (PCC) y el Comando Vermelho.
El legislador, quien es actualmente vicepresidente de la Comisión de Prevención y Lucha contra el Narcotráfico y Delitos Conexos de la Cámara Alta, y representante de la HCS ante el Consejo de la Magistratura, dijo que, en la cárcel de San Pedro, por ejemplo, ha existido una pérdida total del control. “Este accionar de los nuevos criminales y estas prácticas brutales que ellos tienen, debe tomar el gobierno como una imposición para un cambio de paradigma dentro del manejo de las penitenciarías”, refirió.
Relató que, en un principio los brasileros que estaban presos estaban aislados, ellos mismos se auto aíslan, pero en los últimos años han empezado a reclutar a paraguayos a cambio de protegerles dentro de las cárceles, de darles mejores condiciones porque estos paraguayos duermen en el piso, no tienen alimentación, entonces estas bandas criminales protegen a los nuevos reclutas y exigen a cambio un compromiso, una muestra de lealtad hacia este nuevo patrón y esas muestras de lealtades son por lo general estos actos de extrema violencia.
“Ya no podemos seguir permitiendo que tanta gente quede hacinada en las cárceles, es hora que se aplique la ley, que ya está aprobada para el marco legal, para utilizar pulseras y tobilleras electrónicas a fin de que aquellos que tienen delitos menores puedan cumplir sus condenas en sus hogares o en lugares controlados de reclusión a través de sistemas electrónicos; y es necesario también un punto no menos importante, que es la profesionalización de los guardiacárceles”, significó el legislador.
Para el Senador Silva Facetti, evidentemente lo que pasó en San Pedro y lo que suele pasar en Tacumbú, es la permeabilidad de la lealtad de los guardiacárceles, quienes, en base a amenazas o extorsiones o sobornos, dejan pasar desde drogas, alcohol, mujeres, armas, hasta que explotan estas crisis como las que tenemos hoy, y que es sumamente grave, reflexionó.
A su criterio, “Tenemos que extraditar a todos los brasileros que están acá; no tiene razón de ser que se queden en las cárceles paraguayas, hay que evitar que vuelvan a entrar, tenemos que separar a través de un sistema de cárceles de alta seguridad”.
Mencionó que en España han implementado un sistema de profesionalización del personal penitenciario y ha sido exitoso. Según explicó, esto nos permitiría por ejemplo tener algo similar a corto plazo y, obviamente, mejorar las condiciones de vida a través del acompañamiento. “No podemos seguir con un índice de alrededor del 75 por ciento de la población penitenciaria sin sentencia firme. Esto debe ser tomado muy en cuenta por las instituciones públicas responsables, el Poder Judicial, la Fiscalía y la Defensoría, a fin de reducir la población penitenciaria y que aquellos que estén presos, sean realmente los que están con sentencia firme”.