En el marco de la Sexta Conferencia Mundial de Jóvenes Parlamentarios de la UIP, cuyo propósito es “Alcanzar los ODS y empoderar a la juventud mediante el bienestar”, se realizó esta mañana el encuentro denominado Café de Mentores, de la cual participó como uno de los panelistas el presidente del Congreso Nacional, senador Blas Llano.
La charla forma parte de una nueva modalidad realizada en esta Conferencia, donde los parlamentarios con más antigüedad en la actividad política puedan compartir sus experiencias con los jóvenes parlamentarios.
En ese contexto, el presidente Llano hizo mención de sus inicios como legislador, recordando que fue electo diputado en el año 1993, a los 26 años.
“Tengo tres mandatos de diputado de la Nación y este es mi tercer mandato como senador de la Nación; es decir, estoy cumpliendo 26 años y meses como parlamentario. Me tocó ser, en su momento presidente de la Cámara Diputados y esta es la segunda vez que estoy ocupando la Presidencia del Congreso y de la Cámara de Senadores”, relató el titular de la Cámara Alta a los congresistas extranjeros.
También recordó que el 2008, dentro de una coalición de partidos y movimientos políticos llegaron al gobierno con el entonces, presidente Fernando Lugo que hoy día es colega suyo, como senador de la República, y dos años atrás también fue Presidente del Senado y del Congreso.
“Creo que vale la pena contar nuestras experiencias porque no fue fácil lograr un escaño en la Cámara de Diputados, más en mi caso particular porque mi familia no era política, ni tampoco fue porque tenía recursos económicos demasiados como para lograr ocupar un escaño. Fue más bien por una militancia y trabajo político desde muy joven”, relató.
Dijo también que su partido tiene una organización juvenil que se llama Juventud Liberal Radical Auténtica, donde sus autoridades son elegidas por elección directa de los jóvenes menores de 31 años.
En otra parte de su intervención significó, que primeramente pensó en ser médico (su padre fue doctor en medicina), pero luego estudió Derecho en la Universidad Católica, en la Facultad de Ciencias Jurídicas y Diplomáticas.
“En realidad si yo tengo un mentor, en mi vida política, no es una persona en particular, sino fue la posibilidad de estar en una facultad muy politizada como es la Facultad de Derecho en una universidad católica, donde la Iglesia católica tenía una posición muy crítica en ese entonces con respecto a la dictadura imperante en nuestro país”, indicó.
Dijo que su formación política fue dentro del movimiento estudiantil y que empezó dentro de la política gremial estudiantil, llegando a la presidencia del centro de estudiante de derecho y también, liderando una federación de estudiantes universitarios del Paraguay, que era contestaría al régimen imperante entonces, dentro de lo que era la Universidad Nacional y la Universidad Católica.
Relató que algunos compañeros de estudios y de curso, que ya militaban en partidos políticos de oposición cuando eso, le invitaron a participar y lo afiliaron al Partido Liberal Radical Auténtico.
Manifestó que, en 1992, con un equipo de jóvenes lograron ingresar en un buen lugar, en la lista del partido y en 1993 ya ingresó como legislador en la Cámara de Diputados.
Para el senador Llano, su primera campaña política fue una quijotada, debido a todos los esfuerzos que realizaron y más, teniendo en cuenta que, dentro de su partido, existían dos movimientos internos muy fuertes. “Yo ingresé con una lista propia de jóvenes, pero todos estábamos convencidos que íbamos a llegar, nosotros hacíamos nuestros pasacalles, pintatas, imprimíamos las remeras, llevamos el equipo de sonido, luego lo retirábamos y cocinábamos la comida para la gente”, manifestó.
“Había una solidaridad y un convencimiento muy fuerte, porque todos éramos muy jóvenes”, destacó también.
Para el senador Llano, un mentor bueno es esa persona respetada, apreciada por la sociedad en su conjunto, por su organización y que pueda trasmitir valores y objetivos concretos.
Citó a la reciprocidad como uno de las virtudes que debe tener un mentor.
“Creo también, de que todos los seres humanos tenemos ambiciones, pero cuando esa ambición en la política pasa a la codicia, esa persona no puede ser un mentor y menos, ser un líder político. Finalmente, dijo que la sinceridad, sería la principal virtud que tiene que tener un mentor, un líder político.