En una sesión extraordinaria, la Cámara Alta, presidida por el senador Oscar Salomón, se ratificó en su sanción inicial del proyecto de Ley “Que establece medidas de impulso de la inversión a través de obras públicas, en el marco del Plan de Recuperación Económica por los efectos causados por la Pandemia Covid-19 o Coronavirus”, el cual sufrió modificaciones durante su estudio en la Cámara de Diputados.
Recordemos que, este documento destinaba en principio, USD 57 millones para el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC), sin embargo, tras un acuerdo firmado entre el Ejecutivo, el Legislativo y representantes de organizaciones campesinas e indígenas, se decidió direccionar unos USD 25 millones para el Ministerio de Agricultura, Cartera que a su vez debía canalizar estos recursos a la agricultura familiar campesina como medida de ayuda urgente.
Sin embargo, cuando el texto llegó a Diputados, se limitó la emisión de bonos hasta el monto de USD 25.000.000 para ser destinados -exclusivamente- al sector campesino, dejando de lado el saldo de USD. 32.000.000 para el MOPC. Otra modificación fue la supresión de transferencia directa a los productores campesinos y la reasignación para la compra de insumos e implementos agrícolas, kit de alimentos, compra de animales, construcción de pozos artesianos, adquisición de maquinarias, compra de tierras, entre otros.
Durante el tratamiento del proyecto remitido con modificaciones, los senadores manifestaron posturas a favor y en contra, sin embargo, un punto en común fue la necesidad de generar políticas públicas de desarrollo rural. En este sentido, el senador Sixto Pereira indicó que se debe rediscutir el modelo de gestión de Estado para la agricultura familiar campesina, de manera que cese la migración forzosa de los campesinos a la capital. “La agricultura campesina necesita arraigarse” manifestó.
Por su parte, los senadores pertenecientes a la bancada de Patria Querida concordaron en que hay décadas de abandono político a la clase campesina. “Abandono político, no de presupuesto, porque se fueron miles de millones en agricultura, pero el 90% de ese dinero no llegó a proyectos productivos”, significó el senador Stephan Rasmussen, a la par de asegurar que este proyecto no solucionará el problema de fondo.
En el mismo sentido se manifestaron sus colegas Georgia Arrúa y Fidel Zavala, quienes aseguraron que este es un modelo extorsivo hacia el Estado y lamentaron que sean generalmente los líderes campesinos de siempre quienes se benefician con el dinero aprobado y no las comunidades en sí.
El senador Víctor Ríos, a su turno, pidió “dejar de estigmatizar al pobre” y aseguró que el modelo económico es un fracaso debido a temas como la baja presión tributaria para grandes empresarios y la repartición de tierras malhabidas.
En tanto, la senadora Blanca Ovelar sostuvo que la agricultura familiar es un tema crucial en la agenda de compromiso social, y hablo de la Ley de Defensa, Restauración y Promoción de la Agricultura Familiar Campesina, la cual, según indicó, contiene una política completa para el desarrollo del campo, promovida desde el Frente Parlamentario de Lucha contra el Hambre.
Finalmente, a instancias del senador Fidel Zavala, se realizó una votación nominal y el Pleno del Senado se ratificó en su versión, con 27 votos a favor, 7 en contra, y 5 abstenciones.