La Comisión de Equidad y Género, presidida por el senador Carlos Filizzola, se reunió de manera virtual con integrantes de las comisiones de Derechos Humanos, Salud Pública y Desarrollo Social, encabezadas por los legisladores Gilberto Apuril, Jorge Querey y José Ledesma, respectivamente, a fin de recibir el informe de Amnistía Internacional, denominado “Niñas No Madres”, por parte de Rosalía Vega, directora ejecutiva de la organización.

^{Reunión conjunta virtual con representantes de Amnistía Internacional.}

Durante el encuentro, la alta funcionaria señaló que el informe se centra en la violencia sexual contra menores de 14 años y/o embarazadas, que son obligadas a llevar su periodo de gravidez al término, destacando que según la legislación nacional del país, todos los embarazos de menores deben ser considerados no consentidos.

Además destacó que el Comité de Expertas del Mecanismo de Seguimiento de la Convención de Belém do Pará, ha aconsejado que en el contexto de esas leyes los embarazos de niñas menores de 14 años deberían ser considerados consecuencia de violencia sexual, salvo cuando resulten de relaciones sexuales mantenidas entre pares, es decir, entre jóvenes de edad similar.

Otro dato importante es que más del 80% de los casos de violencia sexual tienen lugar en la familia y en la mayoría de los casos el autor es el padrastro, el padre, el abuelo, el vecino o el tío de la víctima; es decir, una persona adulta que tiene acceso directo a la menor por ser una persona de confianza.

Así mismo, el informe revela que Paraguay no cuenta con un sistema adecuado para prevenir la violencia sexual y proteger a quienes sobreviven a ella; además, se muestran importantes dificultades estructurales en el acceso a la justicia y a la reparación transformadora para menores que han sufrido abusos, así como la impunidad de los perpetradores.

^{Senadores, directores de Comisiones y funcionarios que asistieron al encuentro virtual.}

La representante de la organización explicó que obligar a niñas o adolescentes que han sido violadas, a llevar a término un embarazo y no dejarles más opción que convertirse en madres, es una forma de violencia institucionalizada que puede constituir tortura y otros malos tratos, además de ocasionar complicaciones para su proyecto de vida.

Cabe resaltar que Amnistía Internacional es un movimiento global de más de 10 millones de personas que trabajan por los derechos humanos, independientes de todo gobierno, ideología política, interés económico y credo religioso. Los trabajos realizados por la organización se financian con las contribuciones de membresías y donativos.