El senador Sixto Pereira, miembro de la comisión de Pueblos Indígenas de la Cámara Alta, expuso ante el pleno la realidad por lo que atraviesan los pueblos originarios en los departamentos de Caaguazú y Canindeyú. Luego, solicitó a sus colegas rendir un homenaje simbólico con un minuto de silencio, ante los atropellos de los que son víctimas y la muerte de un joven nativo.
Luego de visitar las comunidades de Ko’ê Poty, distrito de Yhu, (Caaguazú), y Tacuara´i, en el distrito de Corpus Christi, (Canindeyú), el legislador explicó sobre los hechos ocurridos recientemente. Al respecto, hizo un extenso relato para exponer el caso en que un pastor de la iglesia pentecostal supuestamente había despojado al Chaman Leguizamón Rivarola (Don Legui) de sus objetos rituales. Añadió que la iglesia denominada Príncipe de la Paz, cuyo pastor fue identificado como Serafín Navarro, había sido denunciado y el hecho tomó conocimiento público luego de haber sido viralizado en un video por las redes sociales. En este material se lo ve al pastor intervenir en la vivienda del indígena, donde se incautó de las pertenencias culturales y le realizó una especie de “exorcismo” al líder indígena conocido como Don Leguí.
El parlamentario lamentó ante sus colegas, que los indígenas fueran olvidados y abandonados por el Estado paraguayo. Añadió, que muchos fueron expulsados de sus tierras por los colonos brasileros, quienes invadieron la zona para implementar la agricultura mecanizada de soja, trigo, girasoles y maíz.
Denunció que en la zona de Tacuara’i es tierra de nadie. “Este lugar es frontera seca, al otro lado ya está el Brasil, la ruta se usa para todo tipo de tráfico”, dijo el Senador, mientras se proyectaban imágenes de apoyo (fotos y vídeo) en la sala de sesiones. Las mismas, corresponden a la visita que hiciera el legislador y una comitiva a la zona, el martes último.
Mencionó además, que en Tacuara´i ocurrió un hecho grave a raíz de un conflicto de tierra entre colonos e indígenas. En este lugar se produjo la muerte de Isidoro Barrios Noceda, de 28 años; un joven huérfano criado por la comunidad, estudiante de antropología. Los nativos habían denunciaron la nula acción policial y de la fiscalía de la zona en este caso.
Después de exponer todo este panorama, el Senador Pereira solicitó al pleno rendir un homenaje simbólico a los nativos, y poniéndose de pie todos los legisladores guardaron un minuto de silencio.
Posteriormente, otros legisladores también hicieron mención al tema y solicitaron un acompañamiento cercano.