El senador Fernando Lugo Méndez, presidente de la Cámara de Senadores, recibió en audiencia a miembros de la Junta Directiva del Comité de Iglesias para Ayuda de Emergencias (CIPAE), conformado por el Pastor Cristóbal Marecos, Sacerdote José Arias, Monseñor Mario Medina, Abog. Bernardo Insaurralde y Abog. Oliver Narváez. El motivo del encuentro fue a fin de expresar al titular del Senado, sus preocupaciones con respecto a los casos conocidos como la masacre de Curuguaty, problemas de asentamientos en Remansito y denuncias de abuso de autoridad por parte de la Fuerza tarea Conjunta (FTC).
“Tenemos una serie de preocupaciones, acerca de los problemas de Curuguaty, Remansito y buscamos establecer un trabajo interinstitucional entre el Parlamento, el Poder Judicial y el Poder Ejecutivo”, expresó el Monseñor Medina, al término del encuentro.
Cabe recordar que, en las tierras conocidas como Marina Cué, distrito de Curuguaty, Departamento de Canindeyú se registró en el año 2012 el desalojo de labriegos asentados en el sitio; hecho que derivó en el enfrentamiento armado con efectivos policiales, donde 11 campesinos y 6 policías perdieron la vida.
Por otra parte, también se busca lograr una solución al conflicto social tras la ocupación de un predio de las Fuerzas Armadas de la Nación ubicado en la localidad de Remansito, departamento de Presidente Hayes, por parte de pobladores de los asentamientos 25 de Diciembre y Nueva Asunción.
“De Curuguaty principalmente nos preocupa esa gente que está imputada y no puede salir de la zona, están prácticamente obligados a trabajar para narcotraficantes, plantando marihuana, salen a las calles, les detiene la policía y les dice que están imputados y no pueden salir, les comunica que para no ir a la cárcel deben entregar un millón de guaraníes. Nosotros vamos a seguir luchando para que esta gente que está imputada tenga por lo menos de alguna manera libertad para poder salir y a las familias de Remansito darles una salida definitiva”, expresó el Monseñor Mario Medina.
El obispo emérito de Misiones y Ñeembucú, informó sobre las denuncias que le han llegado por parte de la actuación de la FTC.
“La gente que vive en el norte de país, antes que se sientan seguros, se ven perjudicados. Mantuve una reunión en Santa Rosa con los habitantes y me manifestaron que pasan hambre, porque los militares comen los pollos de las casas, les quitan los chanchos, persiguen a las mujeres y muchas cosas realmente difícil de creer, porque se trata de policías militares, esa es la queja de la mayoría”, expresó.
El Monseñor Medina, explicó que no plantea la eliminación de la Fuerza Tarea Conjunta, sino la pertinente fiscalización de sus superiores, interviniendo en la actuación que están teniendo con los pobladores de la zona donde se encuentran asentados.